jueves, 5 de marzo de 2009

T4... La Terminal Del Pánico

Este post va dedicado a Barbie y su katana de Hatori Hanzo. Algún día tienes que explicarme cómo Beatrix Kiddo se hace un viaje transoceánico con la katana al lado suyo. ¿Los asientos de primera tienen porta-katanas en el reposabrazos? ¿Pagan suplemento por contener un alma de samurai adicional? ¿Por qué a mi me hacen guardar la mía en el porta equipajes?

Yo estaba preparando mi viaje a Barcelona, ciudad mágica donde las haya... Tiene ese extraño poder de desaparecer de mi memoria tras una espesa cortina de alcohol que lo desdibuja todo. Hay ciudades así. Granada lo es, Dublín lo es... y si cambias los efluvios del alcohol por el humo de... ejem... "bocadillos" de Amsterdam, esa también tiene unos poderes de ocultación impresionantes. Mejores que los del anillo único, el yelmo de Atenea y la capa de invisibilidad de Harry Potter juntos

Aunque mis amigos dicen que se puede luchar con dragones por las calles, nadar sin agua hasta la entrada del siguiente pub, y ver fractales que te atacan detrás de cada esquina. Ellos... sí... mis amigos...

En fin... Destino: Barcelona. Primer objetivo: Barajas, T4

Mi tiempo estimado de llegada desde la estación de palos de la frontera hasta la T4 era de 45 min. Estimado por mí, obviamente, que me crié en Tenerife calculando que en 12 minutos llegabas a cualquier parte de la ciudad y te comías un perrito caliente.

Obviamente mis estimaciones eran demasiado optimistas. Lo comprobé cuando llegué al auto check in de Iberia e introduje mi DNI y Apellido. Pasé a la maquinita de al lado, pero debía estar compinchada con su compañera porque me dijo exactamente lo mismo. Lo medité unos instantes y me fui a hablar con una de las personas humanas de detrás del mostrador. Puse mi mejor cara de niño travieso arrepentido (con 28 años debería buscarme una cara más digna para estas ocasiones, pero la de Leónidas ya está cogida) y le pregunté:

-Disculpe, pero la máquina esa me dice que tengo el VUELO CERRADO. ¿es tan malo como suena?

Señora que me mira unos instantes, imagino que incapaz de creer que me esté tomando tan bien perder un vuelo. (Qué queréis, nunca llego a tiempo a los vuelos. A veces hasta me han castigado por ser el último. Me dicen que hay un señor en mi asiento, y que me va a tocar sentarme con los estirados de primera, me van a dar de comer y que voy a tener que beber hasta salir mareado como un piojo. Después era normal que mi madre, mi ex o mi perro me echaran la bronca por bajar borracho del avión. Los de Iberia son muy elaborados en sus torturas)

La señora se recupera: -Sí que es malo, sí. ¿Anda, para donde vas?

-A Barcelona

Ella mira el reloj.

-¿¿¿El vuelo de las 15:15 a Barcelona??? -pregunta como si se hubiera dado cuenta de que el anticristo se había reencarnado frente a ella mientras había bajado la vista a chequear mi vuelo

-No, no, que va...-digo yo como si lo que fuera a decir a continuación representara una diferencia capaz de salvar el mundo- el de las 15:25

Me mira, dice "vale" y empieza lo que doy por llamar el juego de los Aforismos

-¿Tenías que facturar?

Miro mi bolsa de equipaje, que pesa unos 15 kilos, y rebosa por todos lados el cacharrito de comprobar los tamaños, más el portatil, más la bandolera, más la PSP. Le pongo la mejor de mis sonrisas.

-No, que va, si casi no llevo nada. (eufemismo 1)

-A ver si te encuentro algo, que estos a veces no se llenan... (eufemismo 2, ibamos un pasajero por fila, estirados desde el pasillo a la ventanilla. Creo que ha sido lo más parecido a viajar en jet privado o a huir de los langorian)

-Bueno, has tenido suerte, has pillado el vuelo porque tenía un poquito de retraso. (eufemismo 3... porque fueron hora y media para embarcar y otra hora y media dentro del avión esperando por pista. Yo creo que el piloto se equivocó y se metió en la M-30. Con la caravana de la hora punta.)

Entonces me pidió el carnet de identidad... flash a través de mi cerebro. J, ¿cuándo se caducaba tu DNI? Temblando le entrego el carnet mientras veo la fecha que hay al lado de: válido hasta... 19-02-09. Uy, que poco, caducado por 14 días.

Yo creo que la señora estaba tan harta de mí que ya me mandó atravesar todo el aeropuerto. Y me refiero todo, que era la puerta H3, que casi hay que salir y coger un taxi para que te lleve. Además, te marcan el tiempo que tardas caminando: puertas H, 9 minutos (como si el que lo escribió quisiera haber añadido "no te va a dar tiempo"... pero imagino que en algún momento echaron a ese publicista por poseer un club de sadomasoquismo) y todo esto, cargado con tantas maletas que parecía el chino del principio de aterriza como puedas II.

A pesar de todo esto, cogí el vuelo, atravesé la península, me explicaron como se pone un chaleco salvavidas (imagino que para que si el avión se cae en algún lugar de la meseta central inflemos el chaleco y rebotemos al llegar al suelo) y llegué a Barcelona, donde me he ido a la casa de barraquito.

Sin embargo no es lo mejor del día.

Lo mejor del día es que ¡volví a escribir en el Blog después de dos meses!

Gracias, Barbie, este va por ti (y por la chica maravillosa del mostrador de Iberia)