Tengo un amigo que asegura que es el mejor guionista del mundo.
Y no sólo eso, sino que además le parece que es de lo más sencillo. Le sale natural. Puede ver las historias moverse y fluir bajo sus dedos como si fueran pequeñas marionetas manejadas a su antojo.
Puede inventar personajes maravillosos, creibles, sorprendentes y reales en apenas unos segundos. Puede ver como dos personas se pasan un cigarrillo en un bar e inventar una historia que te dejará pegado a la barra durante media hora, con la boca abierta y la cerveza caliente. Conoce todas las reglas, ha leído todos los libros, sabe todos los trucos, y además no necesita utilizarlos.
No tiene que aguantar a productores que le exijan horarios de entrega imposibles, ni que le digan una y otra vez que no ha pillado el tono. No lo necesita, él no ha ido a suplicar a la puerta de la productora una oportunidad para demostrar su talento. Tiene otras fuentes de ingreso, y si no le admiten lo que él ha creado, no tiene que rebajarse a hacer una reescritura tras otra, prostituyendo cada vez más su idea conforme sube la numeración de la versión.
No tiene que pelearse con directores que quieren imponer su visión artística, con actrices que quieren que su cara esté continuamente en el plano, con jefes de producción que te hacen elegir entre un personaje episódico o una localización en el multifuncional, y te crucificaran boca abajo y te enterrarán bajo un cruce de caminos si se te ocurre pedir las dos a la vez...
Claro que mi amigo juega con ventaja.
No ha escrito una página en su vida.
(No te jode... ¡Así hasta yo!)
2 comentarios:
Eso quisiera yo y ganar los millones... :P
Guildor, deberías escribir más a menudo? tienes más blogs?
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