martes, 23 de diciembre de 2008

Non-coitus-interruptus

D y yo estábamos discutiendo en la cama.

J: ¿Pero te ha gustado, verdad?

Un silencio tremendamente elocuente nació de sus labios.

J: Joder, no me digas eso... es de lo poco en lo que estoy seguro que soy bueno.

D: Hombre, malo no eres, pero bueno...

Guardemos un minuto de silencio por mi autoestima, por favor. Ya no volveremos a verla entre nosotros.

J: Pues eres la primera que se queja.

D: Oye, tú me has preguntado, yo sólo te he dicho lo que pienso. No te iras a obsesionar, ¿verdad?

J: No, claro... si no te ha gustado no te ha gustado. Punto y final.

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J: ¿Y se puede saber que es lo que no te ha gustado? ¿el ritmo, la intensidad, la duración, el tamaño?

Hubiera preparado un test allí mismo, 50 preguntas con 5 respuestas posibles cada una, y sin opción de No sabe/No contesta, pero no tenía el word a mano

D: Y yo que sé, J... Mira, si te hace sentir mejor, es que lo hago todas las noches con muchos.

¿Y se supones que eso tiene que hacerme sentir mejor?

J: ¿¿¿Y se supone que eso tiene que hacerme sentir mejor???

D: Es que la mayoría son muy buenos, por eso repito.

J: No lo estás arreglando precisamente.

D: Mira, es que con este aprendo un montón mientras lo hago, a este se le nota la rabia contra el mundo, esta es tan tierna e inocente...

Fueron 45 minutos escuchando las razones de por qué otros eran mejores que tú en lo que creías que hacías bien, hasta que se dio cuenta de que llevaba 15 minutos mirándola con ganas de matarla, y decidió darse la vuelta y echarse a dormir. No sé cuantas veces pensé en estrangularla aquella noche... imagino que hasta que amaneció y se me fueron al traste las posibilidades de hacer desaparecer el cadáver.

Pero en fin, ya lo he superado.

¿Que no le gusta leer mi blog?, ella se lo pierde, ¡Ea!

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(Ya podría haberme dicho que follo mal. La verdad, me lo hubiera tomado mejor)

martes, 2 de diciembre de 2008

Las Seis Citas Del Apocalipsis (Parte III)

"No había visto a esta chica desde que trabajábamos juntos. Cada mañana, antes de entrar a currar, me pasaba por su edificio para verla unos minutos, respirar un poco de la paz que irradiaba, guardar el rifle de francotirador con el que pensaba entrar en los informativos de las tres y poder volver a mi gris oficina a aguantar otro día de insufrible rutina

(Quien dijo que el trabajo de guionista es maravilloso y lleno de glamour porque trabajas desde casa y rodeado de estrellas no sabe de que habla. No ha estado en una serie en la que escribes en un cubículo, hacinado con otros 4 desgraciados, con un cristal por el que la gente se asoma a mirar como escribes. Hay un cartel en ese cristal. En él pone: "no echar de comer a los guionistas")

Hace un par de semanas conseguí su facebook y utilicé mis más sutiles artimañas para coincidir con ella... estas artimañas incluían termos de café y música lo más estridente y ruidosa posible para no dejarme dormir mientras esperaba durante horas a que cambiara su estado en el facebook para coincidir con ella (Cuando descubrí que el facebook tenía chat mi vida cambió muchísimo... bueno, no es cierto, pero se hizo un poco menos preocupantemente obsesiva).

La cosa es que al final conseguí engaña... digo, convencerla de que soy un tío simpático y normal con el que se puede quedar para tomar una pizza, ver una peli e ir a un concierto. Y fue una tarde genial en la que además de hacer todo eso descubrimos que yo era mucho mejor arquitecto borracho que ella sobria, y que le quedarían estupendamente los fracs de una de las tiendas culturales que vimos esa tarde... (vale, pasamos por La Jugetería, ya está, ya lo he dicho... no sé que tiene esa puñetera tienda que hace que de repente las conversaciones sean mucho más fluidas e interesantes).

Acabamos en casa, viendo una peli, contándole entre susurros un cuento de terror (si, lo sé, pero seguro que aquí quien más y quien menos le ha contado un cuento a su pareja para llevársela a la cama) y dándole uno de los masajes más sensuales que recuerdo haber hecho, cuando de repente me recuerda que tenemos que irnos al concierto, que ha quedado con un amigo suyo del último rodaje que había tenido. Pasados un par de minutos conseguí levantarme y fuimos para allí.

El chaval era genial, encantador, alto y hacía trucos de magia. Era como Barney, pero sin tener que ponerse traje. Ella evidentemente se quedó a su lado durante todo el concierto, mientras yo bebía una copa tras otra, sonreía mientras miraba a la cantante que confundía mi nombre y me preguntaba donde demonios había dejado el rifle de francotirador.

Acabó el concierto y me ofrecí a acompañarla hasta la parada, pero entonces nuestro amigo también se ofreció y yo recordé de pronto que era mi fiesta fin de rodaje y que mis compañeros debían estar de fiesta por allí, en alguna parte."

-Joder, lo siento, que te hagan eso es una putada...

-Ya, bueno... dice un viejo proverbio árabe que cuanto más bonito es un sueño, menos tardas en despertar... este lo era tanto que debía haber durado el latido de un amante. Debería sentirme inmensamente feliz con lo que duró.

-¿Por qué no les dices a tus citas esas cosas? Seguro que tendrías más éxito.

-Bueno, no sé... a ver si la veo esta noche por el messenger, le pregunto que tal todo, nos reímos y le pregunto que si hace algo la próxima semana...

-Oye J... que sé que es una putada, pero que se fue con otro...

-No, si no es por eso, si la llamaré para saber de ella, como está, hacerla reír... la próxima semana hay una fiesta del curro antiguo... imagino que le hará ilusión ir...

-J... que se fue con otro...

-De todas formas seguramente quedemos, la noche empiece de maravilla, tengamos un malentendido, yo haga alguna estupidez en algún momento de la noche, y luego cuando intente arreglarla, la cagaré algún más. Me borrará del messenger, del face book, de las felicitaciones de navidad. No se lo voy a reprochar, porque será lo más lógico que podría hacer, pero me joderá mucho perderla...

-Joder J...

-¿Si, MGM?

-¡Que se fue con otro!

Si es que a veces creo que mi psicólogo tenía razón con lo de mi comportamiento obsesivo. Mañana vuelvo al tratamiento.